Intervención arquitectónica, dimensiones variables
Sin ano no hay ciclo. Según los comuneros del Macizo Colombiano, el mundo de los Tapuncos (o antepasados) es el anverso del mundo de los seres humanos. Los Tapuncos pertenecen al pasado y viven en un mundo igual pero diferente al mundo de sus descendientes. Sus for-mas de vida son descritas a través de mitos que muestran cómo estos antepasados cultivan la tierra con maíz, tienen familia, y se organizan socialmente como los comuneros actuales. La diferencia se establece no sólo porque son habitantes de un mundo subterráneo, sino también porque al contrario de los humanos, no tienen ano. La ausencia de esta característica define a los Tapuncos como “casi humanos que se alimentan con el olor de las comidas” (Nates Cruz, 63). Ano es una intervención arquitectónica que evoca el estado de equilibrio logrado por un sistema de vasos comunicantes. El campo visual establecido por “Ano” utiliza la fachada de la galería como una interfaz entre los sujetos, el panorama ciudadano, y los espacios interiores de la galería. Al mismo tiempo, esta pieza ope-ra como una alegoría del cráter de los volcanes.
Instituto de Visión 2019